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Los nuevos libros de texto de la SEP desatan críticas y amparos de un sector

Algunas organizaciones y académicos han acusado de opacidad a los mecanismos bajo los que el Gobierno federal, en colaboración con la Nueva Escuela Mexicana, desarrolló los nuevos libros de texto gratuito que se destinarán a los alumnos de educación básica en México.

Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo).- La añeja disputa entre el Estado mexicano y el conservadurismo sobre los libros de texto gratuitos, creados en el Gobierno de Adolfo López Mateos, en 1959, se reedita en la actual administración con la oposición política y jurídica de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) contra la Secretaría de Educación Pública (SEP) por supuestos errores y deficiencias pedagógicas.

Desde hace meses, los nuevos libros de texto gratuito que se otorgan a los alumnos de educación básica han generado polémica debido al señalamiento de que el material educativo contiene errores y deficiencias pedagógicas, además de que supuestamente cuentan con un sesgo ideológico que pudiera favorecer al actual gobierno y su proyecto conocido como la Cuarta Transformación.

Los inconformes señalaron que para los ejemplares desarrollados por el gobierno federal, en colaboración con la Nueva Escuela Mexicana, no se consultaron tutores ni docentes como lo establece la Ley General de Educación, por lo que en un primer momento impusieron un recurso de amparo para detener la impresión de estos materiales.

La SEP ha sido reservada a este tema por litigios, pero SinEmbargo obtuvo información por parte de fuentes extraoficiales que sostienen que los nuevos libros contaron con la revisión de 925 profesionales de 55 dependencias pertenecientes a los ámbitos educativo, cultural federal y estatal, del gobierno federal, y organismos profesionales independientes.
Las mismas fuentes puntualizaron que los libros de texto se realizaron en apego con los nuevos programas de estudio, que no han podido publicarse a causa de los recursos legales que se han emprendido en contra de estos materiales.

Los inconformes aseguraron que el contenido de estos materiales es deficiente en materias esenciales como matemáticas y español. Además, subrayaron que los libros cuentan con una carga ideológica que favorecería al movimiento de la llamada Cuarta Transformación, promovida por el actual gobierno federal.

Por ejemplo, sostienen que las publicaciones cuentan con expresiones como “sal para afuera” o “subir para arriba”, que en el material se presentan como correctas, así como “dijistes” e “hicistes”, verbos que tienen la letra “s” al final. Por supuesto, dichos señalamientos no tardaron en provocar preocupación entre expertos de la comunidad académica y organizaciones de padres de familia.

Por otra parte, fotografías que supuestamente corresponderían a los libros, en donde se lee el aviso de “material en proceso de edición”, evidencian que en vez de mostrar que ciertas formas verbales son incorrectas —como las “s” en “dijistes” o “hicistes”—, se explica que “esta ‘s’ por lo regular no se escribe” pero no aclara qué es un error gramatical.

“Añadir una ‘s’ en verbos que indiquen acciones pasadas: en ocasiones, al hablar, se pronuncia una ‘s’ al final de los verbos”, se puede leer en una de las viñetas donde se muestran los ejemplos de “Tu dijistes eso” o “¿Ya hicistes la tarea?”.

“Es importante crear conciencia entre los alumnos sobre el hecho de que las formas de hablar son variadas para evitar juicios por la forma de expresión”, añade una nota al final de la página aparentemente dirigida a los maestros.

En otra parte, se menciona que expresiones como “sal para afuera” y “voy a subir para arriba” sirven para reforzar una idea. En la nota a profesores se agrega que considerarlas redundancias innecesarias es concebir “que hay maneras correctas e incorrectas de comunicarse”.

Dentro de la SEP existe preocupación por la filtración de los materiales educativos, al tiempo que las fuentes consultadas explicaron a este medio que con estos nuevos libros se busca “la particularización de las realidades para abordar problemáticas concretas de la realidad de los estudiantes mexicanos, saberes previos, conocimientos disciplinares, así como elementos de evaluación formativa, respondiendo a metodologías de trabajo específicas”.

Respecto a las presuntas inconsistencias, Israel Sánchez Martínez, vocero de la UNPF, indicó en entrevista con SinEmbargo que la principal preocupación es que no saben en qué se basó la SEP para la creación de los nuevos libros de texto.

“No están cumpliendo con lo que se les solicitó, no están cumpliendo con la disposición de que están ajustados a planes y programas, eso es lo más grave ahorita”, subrayó, y agregó que “lo grave es: me dan un libro que no tiene estructura didáctica conforme a planes y programas, el libro por sí mismo no sirve para la educación que se está planteando en este momento”.

Por ello, adelantó que la organización se encuentra realizando un análisis del material escolar y que será la próxima semana cuando tengan un resultado concluyente del mismo. “Es que sí fueron muchos libros y son algunas cuestiones que hemos visto en cuanto a forma, fondo y que de alguna manera tiene que ver con la parte ideológica pero también con la parte didáctica, que es la parte que también nos preocupa”.

“Los que sí sabemos, lo que hemos visto ahorita es que los libros no corresponden a los planes y programas que están autorizados, la segunda es que los libros no tienen un contenido profundo o por lo menos del conocimiento básico de lenguaje de matemáticas y de español”, explicó.

“La baja de contenidos en matemáticas y español, el agregar estos temas de desarrollo comunitario, de visualización del entorno social, etcétera, a un entorno donde los niños no comprenden estos conceptos porque apenas están aprendiendo a leer o escribir es algo aún muy complicado, el maestro los entiende pero todavía no hay una metodología estructural para su aplicación en los libros de texto”, añadió.

No obstante, las fuentes consultadas en la SEP apuntaron que estos nuevos textos sí tienen el respaldo de programas de estudios que no pueden hacerse públicos, primero a causa de los amparos y segundo porque hay en medio un proceso administrativo. Es decir, los libros se diseñaron conforme al Plan de estudios del cual ya confirmó su legalidad y con los programas que están por publicarse, refirieron las mismas fuentes.

A través de Twitter, Irma Villalpando, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y directora de escuela particular, compartió un análisis en el que detectó “problemas de aprendizaje” en los ejemplares, entre ellos, la falta de un libro exclusivo de Matemáticas, actividades de organización y conceptos que no corresponden para su edad, por ejemplo, “resignificar”.

Además de estos posibles errores, la Unión Nacional de Padres de Familia ha señalado que los nuevos libros de texto contienen ideologías que estarían favoreciendo al actual Gobierno ya que presuntamente haría referencia al fraude electoral de 2006, al mencionar que se creó una intensa campaña mediática contra López Obrador, entonces candidato presidencial por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), así como otras irregularidades.

Los inconformes también han destacado en diversas entrevistas con medios nacionales que en los libros de texto gratuito se mencionan a personajes históricos que son relevantes para la actual Administración federal como los revolucionarios Felipe Ángeles, nombre que le fue asignado al nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ubicado en la base aérea de Santa Lucía, y Francisco Villa.

Ante estas presunta deficiencias, el pasado mes de mayo, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) interpusieron un recurso de amparo contra los nuevos libros de texto correspondientes al ciclo escolar 2023-2024, bajo el argumento que se estaba incumpliendo la Ley General de Educación, la cual establece que antes de que se impriman los libros de texto gratuito, estos deben de ser sometidos a una consulta.

En respuesta, la Juez Tercera de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, Yadira Elizabeth Medina Alcántara, otorgó una suspensión definitiva contra libros de texto gratuito de la SEP, por lo que ordenó a esta dependencia determinar si el contenido de los ejemplares educativos es congruente con los planes de estudio. No obstante, la resolución de la Juez no implicaba un impedimento para la impresión de los libros.

El 2 de junio, la SEP dio a conocer que recibió la notificación respecto al requerimiento para informar sobre el cumplimiento de la suspensión definitiva que solicitó la UNPF, organismo que busca detener la impresión y distribución de los libros de texto gratuito del próximo ciclo escolar 2023-2024, y anunció que también promovería los “recursos jurídicos correspondientes”

Además de este amparo, Alma Maldonado, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), inició una petición mediante la plataforma Change.org con la intención de detener la distribución de los libros de texto gratuitos de la SEP. Hasta el viernes 28 de julio, la solicitud ya contaba con 27 mil 637 firmas de apoyo.

“El futuro de la niñez de México está en riesgo”, aseguró Maldonado en su petición, en la que aseguró que “no se hicieron pruebas piloto ni se conoce el resultado de una sola evaluación. Tampoco se han dado a conocer los programas de estudio detallados para cada grado. Sin embargo —para sorpresa de la sociedad— se imprimieron libros de todos los grados de primaria y secundaria, desapareciendo los que hasta ahora se utilizaban para las diversas materias (sic)”.

Por ello, la investigadora enfatizó en su solicitud de detener la distribución de dichos ejemplares pedagógicos, en tanto se resuelva el tema legal, pero, subrayó, particularmente mientras expertos y diseñadores profesionales llevan a cabo una revisión de los contenidos en los libros de texto.

En respuesta a los amparos interpuestos por la UNPF, este miércoles 26 de julio, la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) informó que retiraría los libros de texto gratuitos que se distribuyeron en las escuelas de la ciudad de León. Detalló que los mismos serían resguardados en los almacenes regionales hasta que la SEP resuelva el tema legal que enfrenta.

Sobre el amparo que la UNPF interpuso para detener la distribución de los libros de texto, Sánchez Martínez afirmó que previo al amparo intentaron tener un acercamiento con la SEP pero que esta dependencia no accedió por lo que se vieron en la necesidad de recurrir a la instancia judicial.

“Durante 18 meses tratamos de plantearles nuestras necesidades, de plantearles el tema de que la pandemia estaba dejando una serie de secuelas muy graves para la educación, el tema de falta de evaluación, el tema de falta de infraestructura en las escuelas, y simplemente no nos hicieron caso”, señaló.

También indicó que la organización se ha dado a la tarea de informar a los padres de familia sobre la situación para que tomen acciones “en el sentido de respetar la ley, de conocer cuáles son los planes y programas que están actuales, los que están vigentes, los que son legales, qué libros deben de entregarse conforme a los planes y programas, y que en su momento cada padre de familia tome conciencia”.

Este viernes 28 de julio, el Presidente López Obrador, durante su habitual conferencia matutina, se refirió a la polémica que se ha generado por el contenido de los libros de texto y aseguró que “ya está en marcha el plan para mejorar los contenidos de los libros de texto y ya se elaboraron nuevos contenidos; participaron maestros, participaron pedagogos, especialistas”.

“Sin embargo, pues hay opositores, por dos razones: una, porque son nuevos contenidos y ya esos nuevos contenidos pues lo que buscan es que la educación tenga una dimensión social, humanística y científica, que se había perdido porque durante el periodo neoliberal, bueno, no querían que se conociera nuestra historia, se empezó a hacer a un lado la historia”, explicó el mandatario federal.

“Se quitó el civismo, la ética, porque los libros de texto reafirmaban lo que sostenían las políticas neoliberales, eran libros acordes con el modelo predominante, un modelo más enfocado a lo privado, no a lo público; un modelo más enfocado hacia lo material, hacia el egoísmo, no hacia la fraternidad, la solidaridad”, añadió y consideró que al estar cambiando los contenidos de los libros “es lógico que quienes tienen un pensamiento conservador y a favor del modelo neoliberal no estén de acuerdo”.

Además, aseveró que el material pedagógico ahora se está haciendo por administración y no por contrato a empresas que trabajaron en sexenios anteriores. “Ahora los libros se están haciendo por administración, no se están contratando. Porque antes los intelectuales predilectos del régimen, el grupo de Aguilar Camín, el grupo de Krauze, cobraban por los contenidos que hacían de los libros de texto; ya no se les paga nada, ya no están ellos participando”, apuntó.

“Pero no sólo no se les paga a estos intelectuales del régimen, sino que ya las empresas que hacían los libros no fueron convocadas, porque son empresas extranjeras. Por ejemplo, los dueños del periódico El País, de España, también tenían una empresa o tienen una empresa editorial que recibían contratos para hacer los libros de texto; ahora estamos ahorrado y ya no hay esos contratos, jugosos, y eso también provoca inconformidad y hay amparos, no pocos, ¿eh?, muchos, pero ahí vamos resolviéndolos”, sostuvo el Presidente mexicano.

También aseguró que no se ha suspendido la distribución de los libros de texto y que el próximo 28 de agosto, cuando inician el ciclo escolar 2023-2024, la mayoría de las escuelas de nivel básico contarán con dichos ejemplares. “Los libros se están distribuyendo en todo el país y el 28 de agosto, que inicia el ciclo escolar, la mayoría de los libros van a estar en las escuelas”.

Fuente: Sinembargo

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