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El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró a François Bayrou, veterano político y líder del partido centrista MoDem, como primer ministro en un intento por superar la crisis política tras la destitución del gobierno anterior. Bayrou, de 73 años y alcalde de Pau, asume el cargo con el desafío de formar un gobierno estable que cuente con apoyo parlamentario.
“El nombre de François Bayrou se impuso estos últimos días como el más consensual”, declaró el entorno de Macron, quien confía en que el nuevo primer ministro pueda dialogar con las principales fuerzas políticas —excepto los extremos— para lograr acuerdos que permitan salir de la parálisis legislativa.
Bayrou sucede a Michel Barnier, quien dejó el cargo el pasado 4 de diciembre tras una moción de censura relacionada con disputas presupuestarias en la Asamblea Nacional. Este evento histórico dejó a Francia sin un gobierno funcional y sumida en la incertidumbre.
Desde su designación, Bayrou ha enfatizado la necesidad de reconciliación política para garantizar la gobernabilidad del país. “Todo el mundo es consciente de la dificultad de la tarea”, señaló antes de la ceremonia oficial de traspaso de poderes, destacando que trabajará por la estabilidad y el consenso.
El nuevo gobierno de Bayrou dependerá del apoyo de legisladores moderados de izquierda y derecha, ya que la alianza centrista de Macron carece de mayoría parlamentaria. Mientras tanto, el presidente ha reafirmado su compromiso de concluir su mandato en 2027, pese a los desafíos que enfrenta su administración.
Se espera que en los próximos días Bayrou sostenga negociaciones con líderes de diversos partidos para definir a los integrantes de su gabinete, en un esfuerzo por devolver la funcionalidad al gobierno y recuperar la confianza en las instituciones.