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El transporte público en Querétaro vuelve un infierno la vida del ciudadano

La ciudad de Querétaro, centro-norte de México tiene un sólo sistema de transporte público que es utilizado cada mes por unas 250 mil personas.

Estudiante de la Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en México, mención especial de la novena edición del Premio Reportaje de RFI en Español.

Magda vive en Querétaro, una de las zonas metropolitanas más grandes y desarrolladas de México, con un millón cincuenta mil habitantes, pero con un sistema de transporte público insuficiente y poco eficaz. Casi a diario a esta mujer le dan ganas de llorar y se estresa porque siempre está al límite de llegar tarde a su trabajo ya que a veces, le toca esperar el paso del bus, por lo menos, 40 minutos. La estudiante de periodismo de esa ciudad, Daniela Torres, la acompañó en uno de sus recorridos:

Viernes, 7:05 am. Acompaño a Magda, una habitante de la ciudad de Querétaro en el centro de México. Como madre soltera, a diario debe dejar a su hija de nueve años en la escuela antes de ir a su trabajo, así que el primer trayecto lo iniciamos caminando porque no estamos seguras del paso del bus.
En Querétaro, solo hay una red de transporte público, por lo cual las opciones para trasladarse de las 250 mil personas que dependen de este sistema al mes, son muy limitadas. Además de que el servicio fue el peor evaluado en la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del 2019.

7:40 am. Llegamos a la escuela. “Caminamos 35 minutos, pero incluso, habríamos hecho lo mismo o más si hubiéramos esperado el camión”, asegura Magda. Ahora tocaba movernos hasta su trabajo.

Yo nunca hubiera adivinado que ahí estaba la parada. No había letrero, ni banca, ni mucho menos techo. Ya son las 7:50 de la mañana. De acuerdo con las estadísticas del Instituto Mexicano para la Competitividad, de las 10 personas que estaban paradas con nosotros, seis de ellas esperarían más de 25 minutos, además del tiempo que les haya tomado caminar hasta la parada. Y aunque en promedio, el viaje sería de 32 minutos, cuatro de estas personas, harían más de hora y media hasta su destino. Magda ya va tarde, pues su jornada laboral empieza a las 8:00 y aún no ha pasado el bus.

El estrés que siente Magda, es un común denominador en l8:10 am. Por fin llegó el camión. Por suerte, no iba tan lleno. Era un tramo corto y Magda aprovechó para contarme de otros problemas a los que se enfrenta: “cada dos meses cambian el número de las rutas. Que primero la N y luego ya no es la N, que ya es la 61, y luego que no, que ya es la T no sé qué. Y luego que ya no llego hasta allá, que nada más llego a la mitad. Ahorita dice mi mamá que varias de sus compañeras, transbordan dos o tres camiones, que porque ya no hay una línea directa”.

No hay línea directa entre la escuela de la hija de Magda y su trabajo, por lo que nos bajamos para tomar otro bus. Esta parada tampoco está marcada, pero Magda la conoce bien. Nos subimos al otro camión, como pudimos porque iba muy lleno. Íbamos muy apretadas. Tuvimos que pedirle a otras personas que pasaran nuestro dinero del pasaje porque no nos podíamos ni mover.

8:50 am. “Por fin llegamos”, exclama Magda. Hicimos casi dos horas desde que salimos de su casa para sólo recorrer ocho kilómetros, y no en las mejores condiciones.as personas que se mueven en transporte público, así como las afectaciones a su salud mental y física.

El hecho de que el transporte público en Querétaro sea tan tardado, no permite que los usuarios tengan agencia sobre sus tiempos. El espacio, la infraestructura y los servicios deficientes condicionan sus días. Si pasan mucho tiempo bajo el sol, bajo la lluvia, si llegan tarde, si dejan de hacer otras actividades, tienen cero control sobre estos aspectos.

QUERÉTARO ES UNA CIUDAD EXTENSA Y FRAGMENTADA

De acuerdo al Instituto Municipal de Planeación, en los últimos 50 años, la mancha urbana de Querétaro ha crecido 17 veces, mientras que su población sólo ha crecido cuatro. Esto se traduce en baja densidad, lo cual genera problemas de movilidad y perjudica especialmente a los estratos sociales más bajos.

Magda hace parte de la población a la que le gustaría tener un coche para transportarse, pero no le alcanza el salario para ello. El uso del coche también se ha vuelto una necesidad ya que a pesar de que en México, tres cuartas partes de los viajes se hacen en transporte público, el 75 por ciento de los recursos se siguen destinando a obras que favorecen el uso del coche.

Cada vez hay más coches en Querétaro. En 2000 había 100 autos transitando por las calles, hoy, hay 460, y el aumento no sólo se debe a la población, sino también a la falta de un buen sistema de transporte público.

Querétaro ya es la séptima ciudad con más horas desperdiciadas por congestionamiento en el país, según el Instituto Mexicano para la Competitividad, y ahora, hay más tráfico por la renovación en una de las principales avenidas de la ciudad, una por la cual transitan el 63 por ciento de las rutas de buses.

Fuente: Sin embargo

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