Desempleo juvenil en México se encuentra en niveles mínimos históricos: STPS
El subsecretario de Empleo y Productividad Laboral de la STPS destacó que la desocupación de las personas menores de 29 años de edad es la más baja en las últimas dos décadas, lo que en su opinión es resultado de políticas públicas focalizadas y la colaboración de la iniciativa privada.
Marath Baruch Bolaños, subsecretario de Empleo y Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), aseguró que México registra avances importantes en materia de empleabilidad juvenil y se han logrado avances importantes para este sector de la población, uno de los más rezagados en los niveles de ocupación en el país.
“Sólo el 5.6% de los jóvenes están desocupados y ésta es la cifra más baja que se tiene en registro en los últimos 16 años. Hemos recuperado con creces las posibilidades de ofrecer a los jóvenes una oportunidad de empleo o de ocupación productiva”, dijo el funcionario durante su participación en el Mexico Talent Forum organizado por Mexico Business.
A pesar de la reducción del desempleo juvenil, éste sigue siendo elevado respecto del comportamiento del mercado laboral en conjunto. De acuerdo con los últimos datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la tasa de desocupación general es de 2.7%, la mitad de lo observado entre la población de entre 15 y 29 años.
Marath Bolaños expuso que los avances en favor del empleo juvenil también destacan en el mapa regional. De acuerdo con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el promedio regional en la tasa de desocupación de jóvenes de entre 15 y 29 años, el año pasado fue de 15.8%, la que coloca a la cifra de México como la más baja de la zona.
Estas cifras, expresó, son resultado tanto de las políticas públicas enfocadas en el desarrollo de talento como de la participación de la iniciativa privada en proyectos como Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF). “Las empresas que participan en el programa han asumido esta tarea de ser los tutores de los jóvenes que se capacitan”.
“Tenemos la menor tasa en América Latina y es por la confianza que se ha dado en el talento de la juventud y esto también ha transformado su realidad, porque durante años los jóvenes fueron responsabilizados por la falta de oportunidades en el país”, afirmó el funcionario entrevistado por El Economista tras su participación en el evento.
En este sentido, el subsecretario de la STPS destacó que el programa de aprendices que encabeza la dependencia tiene una tasa de colocación de 46% de los egresados y registra un acumulado de 2.6 millones de jóvenes capacitados.
“La juventud tiene diversas inquietudes, una es conseguir un trabajo, pero también hay quienes desean emprender un negocio y también hay quienes deciden retornar a estudiar. Ese universo de la mitad de los jóvenes que no son colocados en una empresa se divide en esos escenarios”, explicó.
¿Qué sigue para Jóvenes Construyendo el Futuro?
La meta de la STPS para Jóvenes Construyendo el Futuro este año es incorporar a 500,000 becarios a un programa de capacitación en un centro de trabajo. El crecimiento del programa, apuntó, los llevó a ajustar la meta sexenal de 2.3 a 3 millones de beneficiarios.
“Como toda política pública, el programa siempre está en mejora continua. Es una política nueva que no tiene precedente y eso plantea retos nuevos. Creo que el gran reto es seguir consolidando una herramienta que incluso nos permita hasta por sectores ir reforzando las necesidades que se tengan”, comentó.
Al término de su participación en el Mexico Talent Forum, el funcionario de la STPS reconoció que uno de los retos del programa fue “dar un reconocimiento amplio y claro para las empresas sobre cuáles son los alcances y prerrogativas que se tienen en el programa, pero ha sido cuestión de diálogo y tener los espacios para facilitar la información”.
El proyecto, consideró, ha ayudado a reforzar la confianza en el talento de las personas jóvenes y a desarrollar competencias que las empresas necesitan para su crecimiento.
Fuente: El Economista