En una noche histórica en el Estadio Universitario de la Ciudad de México, Cruz Azul aplastó 5-0 al Vancouver Whitecaps y se proclamó campeón de la Copa de Campeones de la Concacaf. Con esta victoria, La Máquina consiguió su séptimo título en el torneo e igualó al América como el club más ganador en la historia de la competencia.
El equipo dirigido por Vicente Sánchez no dejó lugar a dudas. Desde el inicio impuso condiciones, y antes de los 10 minutos ya ganaba gracias a un potente zurdazo del uruguayo Ignacio Rivero, quien celebraba además el nacimiento de su hijo. “Fue el inicio de una avalancha ofensiva que no dio tregua”.
Lorenzo Faravelli amplió la ventaja con un golazo al minuto 28, y poco después, Ángel Sepúlveda marcó el tercero. Cerca del descanso, Mateusz Bogusz selló el 4-0 parcial, y en el arranque del segundo tiempo, Sepúlveda firmó su doblete para cerrar la goleada 5-0. Con ese tanto, Sepúlveda se convirtió en el máximo goleador del torneo con nueve tantos, superando a figuras como Lionel Messi y Brian White.
El dominio de Cruz Azul fue absoluto: presión alta, control del balón y contundencia ofensiva fueron las claves. El Vancouver Whitecaps, que venía de eliminar a tres equipos mexicanos y al Inter de Miami, no encontró respuestas ante el despliegue del conjunto celeste. Su defensa, liderada por Tristan Blackmon, fue superada constantemente.
Esta victoria representa más que un título para Cruz Azul: “el equipo no solo salva la temporada, sino que además clasifica al Mundial de Clubes de 2029”, luego de haber sido eliminado en semifinales del Clausura por el América.
Cruz Azul mantuvo su invicto como local durante todo el año en liga y Concachampions, consolidando su fortaleza en casa y recuperando prestigio internacional. Con este campeonato, La Máquina alcanza a su eterno rival como el máximo ganador del torneo regional, en un logro que renueva la ambición del club a nivel continental.
