
El Gran Premio de Mónaco tuvo a Lando Norris como protagonista absoluto. El piloto británico dominó la carrera más glamorosa del calendario de Fórmula 1, conquistando la victoria desde la pole position y dejando claro que su talento va más allá de la pista.
Norris, quien ya había dado señales de su buen momento al ganar la sprint en Miami, consiguió su primer triunfo en un Gran Premio desde Australia, y redujo a solo tres puntos la ventaja de su compañero de equipo, Oscar Piastri, en el campeonato.
Charles Leclerc, ídolo local, luchó por darle emoción al final desde el segundo lugar, mientras que Piastri se quedó con el tercer puesto y Max Verstappen, actual campeón del mundo, cruzó la meta en cuarto lugar.
Con esta actuación, Norris no solo sumó puntos, sino que se consolidó como uno de los pilotos más carismáticos y en ascenso de la F1, ganándose la atención tanto de los fanáticos del automovilismo como de los medios de entretenimiento.