Tiroteo en universidad de Florida deja dos muertos y varios heridos; el atacante usó arma de su madre policía

Un tiroteo conmocionó este jueves al campus de la Universidad Estatal de Florida, en Tallahassee, luego de que Phoenix Ikner, estudiante de 20 años, abriera fuego cerca del sindicato de estudiantes. El ataque dejó un saldo de dos personas muertas y al menos cinco heridas, informó la policía. El agresor fue detenido tras ser herido por agentes y permanece hospitalizado.
La policía confirmó que el arma utilizada en el tiroteo era propiedad de la madre de Ikner, quien es agente del sheriff del condado de Leon. El jefe de policía de la universidad, Jason Trumbower, señaló que aunque las víctimas fatales no eran estudiantes, se cree que Ikner sí lo era. Cinco personas heridas fueron trasladadas al Hospital Memorial de Tallahassee, y su estado es reportado como estable.
Ikner es también un exmiembro del Consejo Asesor Juvenil de la Oficina del Sheriff y había participado en diversos programas de formación policial. “No nos sorprende que tuviera acceso a armas”, declaró el sheriff Walter McNeil. Sobre su madre, comentó: “Su servicio a esta comunidad ha sido excepcional”.
El tiroteo provocó momentos de pánico. Estudiantes y padres se refugiaron en aulas, oficinas, ascensores de carga y hasta en la bolera del centro estudiantil. Ryan Cedergren, estudiante de comunicaciones de 21 años, contó que él y una treintena de personas se escondieron tras ver a jóvenes corriendo desde un bar. “En ese momento era cuestión de supervivencia”, dijo. Agregó que tras 15 minutos, fueron escoltados por la policía y vio a una persona recibiendo atención médica en el césped.
Paula Maldonado, estudiante de segundo año, relató que durante clase escuchó gritos y luego se activó la alarma de tirador activo. “Todos apagamos las luces, bloqueamos la puerta con escritorios y nos escondimos… algunos lloraban y se ayudaban”, relató. Por su parte, Joshua Sirmans, de 20 años, dijo que fue escoltado fuera de la biblioteca con las manos en alto, en medio del operativo de evacuación.
La universidad suspendió clases hasta el viernes. Ambulancias, bomberos y patrullas de múltiples agencias llegaron al campus, ubicado al oeste de la capital estatal, tras la alerta de tirador activo emitida al mediodía.
El presidente Donald Trump, desde el Despacho Oval, lamentó los hechos: “Es algo horrible. Es horrible que cosas como esta sucedan”. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, agregó: “Me duele el corazón pensar en los estudiantes, sus familias y el profesorado… toda nuestra nación reza por las víctimas”.
El gobernador Ron DeSantis también expresó su apoyo a las víctimas: “Nuestras oraciones están con nuestra familia de la Universidad Estatal de Florida y la policía estatal está respondiendo activamente”. Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes de Florida, Daniel Pérez, calificó el hecho como “la peor pesadilla de cualquier padre”.
La Universidad Estatal de Florida es una de las 12 universidades públicas del estado y cuenta con cerca de 44 mil estudiantes matriculados, según datos de 2024.