La Fiscalía General de la República (FGR) destruyó en Sinaloa más de dos toneladas de droga y equipo utilizado por el crimen organizado. El operativo se realizó en Culiacán con la participación de autoridades federales y estatales, y bajo la supervisión del Órgano Interno de Control (OIC) para garantizar transparencia.
Entre los narcóticos incinerados se encontraban más de 1,500 kilos de cocaína, 78 kilos de metanfetamina, 400 kilos de marihuana, además de amapola, delta-9-tetrahidrocannabinol y 279 litros de metanfetamina líquida. También se destruyeron 457 máquinas tragamonedas y 42 objetos tácticos, como chalecos antibalas, ponchallantas y cascos usados en actividades ilícitas.
“La incineración se llevó a cabo en instalaciones acondicionadas para este fin en Culiacán, Sinaloa”, informó la FGR en un comunicado.
Este acto forma parte de investigaciones contra el crimen organizado y busca debilitar a los grupos delictivos que operan en Sinaloa, una de las zonas con mayor actividad narcotraficante en el país. La destrucción de estos materiales contribuye a evitar que regresen al mercado ilegal y a reducir la violencia generada por estos grupos.
La FGR reafirmó su compromiso en la lucha contra el narcotráfico, destacando que el aseguramiento de drogas y equipo criminal es clave en su estrategia para combatir el crimen organizado.
