
El costo del rescate bancario de los años 90 continúa afectando las finanzas públicas, con un pago acumulado en intereses que ya supera los 2 billones de pesos a precios actualizados por inflación, según datos de la Secretaría de Hacienda. Esta cifra rebasa por mucho las proyecciones iniciales del expresidente Ernesto Zedillo, quien impulsó la medida bajo la promesa de que su impacto sería limitado para los contribuyentes.
Hasta marzo de este año, los intereses pagados suman 2 billones 30 mil 870.11 millones de pesos, lo que representa el 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Esta cantidad equivale a una quinta parte del presupuesto federal de 2025, 4.5 veces el monto destinado a educación y más de 30 veces lo asignado a salud en ese año.
A pesar de los pagos, la deuda principal aún no ha sido saldada. De acuerdo con información oficial, todavía se deben un billón 159 mil 484.8 millones de pesos. De este monto, 32 mil 220.8 millones corresponden al programa de apoyo a deudores y un billón 127 mil 264 millones a pasivos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), encargado de administrar esta carga desde 1999.
Ambos componentes se integran en el Ramo 34 del presupuesto federal: Erogaciones para los Programas de Apoyo a Ahorradores y Deudores de la Banca. Aunque la deuda neta del IPAB se ha reducido en más de 50 por ciento en términos reales desde 1999, su valor nominal ha crecido casi en la misma proporción. Además, el monto erogado en intereses ya es más del doble del principal.
Durante el sexenio de Zedillo, el entonces presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Eduardo Fernández García —hoy acusado de tentativa de extorsión contra Televisa—, aseguró que el rescate costaría solamente el 5 por ciento del PIB. No obstante, los intereses pagados ya equivalen al 6 por ciento del PIB, que cerró 2024 en 33 billones 913 mil 829.3 millones de pesos, de acuerdo con el Inegi. Si se suma el 3.4 por ciento del PIB correspondiente al pasivo vigente, el impacto total asciende al 9.4 por ciento de la economía nacional.
En 2024, el IPAB cumple 25 años de existencia. La institución insiste en que, al no incrementar los pasivos en términos reales y con el crecimiento económico, la deuda representará un porcentaje cada vez menor del PIB. Sin embargo, aunque la inflación ha disminuido su peso relativo, su proporción respecto a la economía nacional se ha mantenido prácticamente estancada.