El Dr. Jesús Hernández: un ejemplo de compromiso y humanidad en el IMSS, en Jalisco

Hoy, una historia de empatía y profesionalismo emerge desde la Clínica 3 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en Guadalajara. Un testimonio que refleja la importancia de pequeños gestos en el ámbito de la salud y cómo un médico, frente a una situación inesperada, logró marcar la diferencia en la experiencia de los pacientes.
Todo comienza con una espera en el consultorio 28, donde los pacientes esperaban ser atendidos por el médico correspondiente. Sin embargo, este no llegó por razones desconocidas. En lugar de simplemente enviar a los pacientes a la famosa y temida UNIFILA, que implica largas horas de espera, un inesperado giro ocurrió.
El Dr. Jesús Hernández, médico de otro turno, se presentó en la escena; sin dudarlo, este doctor optó por acomodarse en el escritorio de la asistente, tomó la computadora y comenzó a atender a los pacientes directamente desde allí, sin perder tiempo en formalismos. Este acto de proactividad, que muchos considerarían fuera de lo común, fue lo que marcó la diferencia.
A diferencia de otros que, en ocasiones, se toman su tiempo en charlas o en otros aspectos que no tienen que ver con la atención médica directa, el Dr. Jesús Hernández decidió actuar rápidamente, demostrando una sensibilidad notable hacia los pacientes, quienes ya se encontraban agotados de esperar.
“Absolutamente nada que agradecer”, le dijo el doctor al paciente que le agradeció por su acción, “debemos ser más sensibles y conscientes de los tiempos de las personas”. Un mensaje claro que refleja su profesionalismo, pero sobre todo su humanidad.
Este gesto de amabilidad y conciencia social no pasó desapercibido. La reacción de los pacientes fue positiva, reconociendo la diferencia que un médico comprometido puede hacer en medio de un sistema de salud que a veces carece de atención personalizada. “El IMSS necesita clonar a este médico”, fue uno de los comentarios expresados por los usuarios en redes sociales, subrayando la importancia de contar con profesionales como el Dr. Hernández en el sistema de salud público.
El testimonio de esta experiencia resalta lo esencial de humanizar los procesos dentro de instituciones como el IMSS, donde las largas esperas y las complicaciones pueden generar frustración. La historia de un médico que decidió tomar acción y hacer frente a un desafío imprevisto, no solo habla de su capacidad profesional, sino también de su empatía hacia los pacientes que a diario enfrentan situaciones difíciles.
La llamada es clara: que más médicos sigan el ejemplo del Dr. Jesús Hernández, que sus acciones sean un referente de lo que debe ser una atención digna en el ámbito de la salud pública. Los pequeños gestos, como este, tienen el poder de transformar la experiencia de los pacientes y de hacer la diferencia entre una simple consulta y un acto de verdadera atención humanitaria.
El Dr. Jesús Hernández, con su proactividad y empatía, es un ejemplo a seguir dentro del IMSS, un profesional cuya humanidad va más allá de su labor médica, recordándonos que la empatía y el respeto hacia los pacientes deben ser principios fundamentales en el sistema de salud mexicano.