Senado avala en comisiones la reforma de Sheinbaum contra la reelección y el nepotismo

La iniciativa presidencial avanza al Pleno para su discusión y posible aprobación.
Las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda del Senado aprobaron la reforma constitucional enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum, que elimina la reelección en cargos de elección popular y establece medidas para evitar el nepotismo electoral.
Con 22 votos a favor de Morena, PT y MC, y 6 abstenciones del PAN, el dictamen fue avalado y pasará al Pleno del Senado para su debate y votación final.
¿Qué cambios propone la reforma?
La iniciativa, enviada el 7 de febrero, modifica los artículos 55, 59, 82, 115, 116 y 122 de la Constitución con el objetivo de prohibir la reelección en todos los niveles de gobierno, desde la Presidencia de la República hasta alcaldías y regidurías.
En materia de nepotismo, la reforma establece nuevas reglas para evitar que los titulares de cargos públicos favorezcan a familiares en la asignación de candidaturas. Los aspirantes a un puesto de elección popular no podrán haber tenido, en los últimos tres años, parentesco directo con la persona titular del cargo que buscan ocupar.
Las restricciones incluyen parentesco en línea recta (padres, hijos, nietos), en línea colateral hasta el cuarto grado (hermanos, sobrinos, tíos, primos) y por afinidad hasta el segundo grado (suegros, cuñados y nueras).
Asimismo, la reforma aclara que los suplentes solo podrán ser electos en el siguiente periodo si no ejercieron el cargo, y los legisladores propietarios no podrán postularse como suplentes.
¿Cuándo se aplicarán las nuevas reglas?
Las disposiciones sobre nepotismo comenzarán a aplicarse en las elecciones de 2027 para diputaciones, la Presidencia, gobernaturas, alcaldías y concejalías.
Para senadores, diputados federales y locales, la prohibición de reelección entrará en vigor hasta 2030, lo que permitirá que los legisladores actuales puedan postularse nuevamente en 2027.
Con esta reforma, se revierte la modificación constitucional de 2014, impulsada en el sexenio de Enrique Peña Nieto, que permitió la reelección consecutiva. El objetivo es garantizar la renovación política, evitar la acumulación de poder y fortalecer la democracia en el país.