Por: María José Quintero
El orgullo de ser mexicano no se negocia, y nuestra soberanía mucho menos. Hoy, el gobierno de Estados Unidos quiere imponernos aranceles como si fuéramos su patio trasero, pero aquí no hay espacio para la sumisión. Nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, lo ha dejado claro: “Coordinación sí, subordinación no”.
El gobierno de Estados Unidos espera que agachemos la cabeza cuando nuestra historia está marcada por la lucha, por la resistencia, por el amor a nuestra tierra. Nos quieren señalar como culpables de sus propios problemas, pero la realidad es otra, misma que enfatizó nuestra comandanta suprema de las fuerzas armadas: el 74% de las armas que usan los delincuentes en nuestro país vienen de Estados Unidos.
La Presidenta nos ha llamado a la unidad y atenderemos ese llamado. No se trata solo de un tema de comercio, se trata de nuestra dignidad. Hoy más que nunca debemos estar juntos, porque nadie vendrá a decirnos cómo gobernarnos ni cómo hacerle frente a nuestros desafíos.
“Un soldado en cada hijo te dio”, dice nuestro Himno Nacional, y ese soldado eres tú, soy yo, somos todos los mexicanos que no estamos dispuestos a vender nuestra soberanía. Frente a las amenazas, respondemos con orgullo, con amor a nuestra patria y con la firmeza de un pueblo que nunca se ha dejado pisotear.
Aquí estamos, México, de pie y con la frente en alto. ¡Que el mundo lo sepa, nuestra dignidad no tiene precio!