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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que firmará una orden ejecutiva que instruirá al Pentágono a preparar la base militar de Guantánamo para albergar hasta 30.000 migrantes en situación irregular, a quienes calificó de “criminales”.
La medida busca aumentar la capacidad de detención en el país, específicamente en Guantánamo, un lugar tradicionalmente destinado a detenidos por terrorismo. Trump declaró que esta acción “duplicaría nuestra capacidad de inmediato” para retener a aquellos que considera una amenaza para la sociedad estadounidense.
El presidente afirmó que muchos de los migrantes que se encuentran en esa situación son personas que, según él, no pueden ser retenidas por sus países de origen, y por ello, se les enviará a la base militar. Trump indicó que se trataba de un “lugar del que es difícil salir”, sugiriendo que la base es una opción segura para detener a los migrantes de forma indefinida.
Esta decisión se produce después de que Trump firmara en la Casa Blanca la ley Laken Riley, que facilita el arresto y deportación de migrantes indocumentados acusados de delitos menores. La base de Guantánamo ha tenido un historial de detenciones que incluye la “crisis de los balseros” en la década de 1990, así como los prisioneros de la guerra contra el terrorismo.
En su discurso, Trump subrayó que los migrantes detenidos en Guantánamo serían los considerados como los peores criminales extranjeros en EE.UU. “Tenemos 30.000 camas en Guantánamo para detener a los peores extranjeros ilegales criminales que amenazan a los estadounidenses”, señaló el presidente.
Por su parte, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel calificó la medida como un “acto de brutalidad”, denunciando que la base de Guantánamo, ubicada en territorio cubano, sería utilizada para encarcelar migrantes a los que Estados Unidos desea expulsar.