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Nicolás Maduro asumió la presidencia de Venezuela para un tercer mandato de seis años, en una ceremonia realizada en la Asamblea Nacional. El acto estuvo marcado por protestas en las calles y cuestionamientos sobre la legitimidad de las elecciones, ya que el opositor Edmundo González asegura que los resultados oficiales no reflejan la voluntad del pueblo.
Durante la toma de protesta, Maduro juró sobre un ejemplar de la Constitución de 1999 firmado por Hugo Chávez, declarando: “Juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela y ante esta Constitución que haré cumplir todos sus mandatos. Inauguro el nuevo periodo de paz, prosperidad y nueva democracia”.
El evento contó con la presencia de aliados del chavismo, ministros y representantes de algunos países, incluido el embajador de México en Venezuela, Leopoldo de Gyvés. Sin embargo, líderes internacionales de naciones como Colombia y Brasil, que han intentado mediar en acuerdos de paz en el país, optaron por no asistir personalmente y enviaron delegaciones.
Paralelamente, manifestaciones lideradas por figuras como María Corina Machado se llevaron a cabo en rechazo al régimen chavista. En este contexto, el gobierno venezolano anunció el cierre de la frontera con Colombia hasta el próximo lunes.
Las críticas hacia Maduro incluyen la falta de transparencia en las elecciones y el descontento por la situación política y económica del país. A pesar de su intento de proyectar estabilidad, las tensiones internas e internacionales ponen en duda las promesas de un nuevo periodo de paz y prosperidad.