García Luna, sentenciado a 38 años de cárcel por narcotráfico y delincuencia organizada
Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, ha sido condenado a 38 años de prisión por narcotráfico y colaboración con el Cartel de Sinaloa. La sentencia fue dictada este miércoles en la Corte del Distrito Este de Nueva York, la misma en la que fue juzgado Joaquín “El Chapo” Guzmán. García Luna, de 56 años, fue considerado uno de los funcionarios más poderosos de México. Se le acusa de haber recibido sobornos millonarios durante más de dos décadas para favorecer a la organización criminal.
El juez Brian Cogan, encargado del caso, impuso una multa de dos millones de dólares, además de la condena de 460 meses de cárcel. “No lo sentenciaré de por vida, pero dejaré algo de luz al final del túnel”, declaró Cogan. Aunque la defensa solicitó una pena mínima de 20 años, y la Fiscalía exigía cadena perpetua, el juez fue contundente al señalar la gravedad de los delitos. “Usted es culpable, señor”, sentenció Cogan, quien comparó la conducta de García Luna con la de “El Chapo”, aunque manifestó que la expresaba de una manera diferente.
Durante la audiencia, García Luna se dirigió por primera vez al tribunal, insistiendo en su inocencia y afirmando que todo era parte de intereses políticos en su contra. A pesar de su alegato, el tribunal mantuvo su decisión. Por su parte, la fiscal Saritha Komatireddy enfatizó el rol de García Luna en la protección del Cartel de Sinaloa, asegurando que su colaboración fue fundamental para el crecimiento del grupo criminal. “Usted tiene muerte en sus manos”, aseveró Komatireddy.
El veredicto unánime del jurado fue anunciado en febrero del año pasado, tras un juicio de cinco semanas. García Luna fue encontrado culpable de cinco cargos: tres por conspiración para traficar cocaína, uno por participar en una empresa criminal y otro por mentir a las autoridades. La sentencia se había retrasado varias veces por las solicitudes de la defensa, que pedía un nuevo juicio, pero el juez Cogan rechazó dicha petición el mes pasado.
La defensa de García Luna ha anunciado que apelará la decisión. Mientras tanto, el exfuncionario será trasladado a una prisión cerca de Washington, donde reside su familia, y enfrentará, además de la condena principal, seis meses de cárcel por falsedad de declaraciones y cinco años de libertad supervisada. Su futuro quedó sellado con esta sentencia, la más severa que ha recibido un político mexicano en una corte estadounidense.
La sentencia de García Luna marca un precedente en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico en México, un proceso que, según la Fiscalía, envía un mensaje claro a los funcionarios involucrados con el crimen organizado.