Casi un año después de las devastadoras ráfagas de viento, Acapulco se enfrenta a otra crisis natural: lluvias torrenciales han sumergido la principal zona turística, la Diamante, y más de 40 colonias se encuentran inundadas. Miles de residentes están atrapados en sus hogares, mientras la ayuda de rescate llega de manera lenta y limitada.
El huracán John ha atravesado varias etapas, comenzando como un huracán de categoría tres, convirtiéndose en tormenta tropical, y ahora nuevamente escalando a un huracán de categoría uno. Esta situación ha dejado a Acapulco en un estado de caos y parálisis. Las principales avenidas, incluyendo la Costera Miguel Alemán, Cuauhtémoc, Ruiz Cortínez, y el bulevar Vicente Guerrero, están anegadas, con el agua alcanzando casi un metro de altura en algunos tramos.
Particularmente crítica es la avenida Escénica, que conecta la zona Diamante con el centro del puerto, la cual se encuentra cerrada debido a tres derrumbes que la han dejado intransitable. Las autoridades locales están trabajando para evaluar los daños y coordinar las labores de rescate, aunque la situación sigue siendo crítica para los habitantes de la región.
Se hace un llamado a la población para que se mantenga alerta y siga las recomendaciones de las autoridades, mientras se espera que las condiciones climáticas mejoren en las próximas horas.
