El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este miércoles que su gobierno “no se quedará de brazos cruzados” ante la eventual entrada en vigor de la ley SB4 de Texas, a la que calificó que “deshumanizada”.
La legislación apoyada por el gobernador republicano de Texas, Gregg Abbott, faculta a la policía local y otras fuerzas de seguridad a arrestar, encarcelar y hasta deportar a México a cualquier sospechoso de ser un migrante irregular, había entrado en vigor ayer, pero su aplicación fue frenada por un tribunal de apelaciones.
Al ser cuestionado sobre el tema en su conferencia de prensa diaria en Palacio Nacional, López Obrador señaló que México no aceptaría en ningún caso deportaciones hechas por el gobierno de Texas.
El mandatario subrayó que se trata de una norma “injusta” y contraria no solo al derecho internacional, sino a la Biblia, y que el propio gobierno federal estadunidense de Joe Biden se opone a la entrada en vigor de la SB4.
“Estamos en contra de esta ley draconiana, completamente opuesta, contraria a los derechos humanos, una ley deshumanizada por completo, anticristiana, injusta, violatoria de preceptos, normas de la convivencia humana, no solo del derecho internacional, sino hasta violatoria de la Biblia, y esto lo digo porque quienes aplican estas medidas injustas, inhumanas, van a los templos, y se les olvida que en la Biblia se habla de tratar bien al forastero y desde luego del amor al prójimo”, dijo López Obrador.
“Además es violatoria del derecho internacional: no puede un estado tener una legislación que corresponde al fuero federal. Es como si el gobernador de Tamaulipas aplicara una ley en contra de los texanos que visitaran México o transitaran por Tamaulipas, no les corresponde a los gobiernos estatales todo lo relacionado con política exterior. Es lo mismo. El gobierno federal de Estados Unidos está en contra de esta decisión”, enfatizó.
Cuestionado sobre las eventuales medidas que adoptará México en contra de la SB4, el jefe del Ejecutivo recalcó que no se aceptará ninguna deportación hecha por las autoridades estatales texanas.
“No queremos adelantar lo que podríamos hacer en caso de que quieran en Texas, el gobernador y todos estos antiinmigrantes, antimexicanos, si pretendieran deportar, por ejemplo, que no les corresponde, nosotros no aceptaríamos deportaciones, de una vez lo adelanto, del gobierno de Texas”.
“Y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados”, sostuvo al señalar que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) tienen una estrategia diplomática contra la medida.
Crédito: LA JORNADA